Combatir bolsas y ojeras puede ser complicado. Los factores que influyen en la aparición de estos signos en el rostro son diversos, aunque suelen estar derivados de un mal descanso, de una incorrecta alimentación y de nuestra genética.
Además, hay que sumarle el inevitable paso del tiempo, donde nuestra piel va perdiendo elasticidad y los ligamentos no sostienen la grasa periocular.
La estructura del contorno del ojo es muy especial y hay que extremar los cuidados de la piel de esta zona, ya que es muy final y frágil y acusa muy pronto los efectos del envejecimiento cutáneo. Se trata de la zona más delicada del rostro y su estructura epidérmica es hasta cinco veces más delgada que la de otras partes de la cara, lo que la hace más vulnerable a las irritaciones, ya que casi no dispone de película hidrolipídica protectora.
Además, debemos sumarle el constante movimiento al que están expuestos estos tejidos, haciendo que la piel se distienda y acelerando su envejecimiento.
Las bolsas
A medida que la edad avanza, la microcirculación sanguínea y linfática se ralentiza. Esto afecta de manera directa a la zona de los ojos, que comienzan a retener líquidos, lo que provoca una hinchazón de los tejidos y es cuando se forman las temidas bolsas.
El envejecimiento es una de las principales razones de la aparición de las bolsas en los ojos. El factor hereditario también es un motivo evidente. La falta de hidratación, los cambios climáticos, los desajustes hormonales o las alergias también pueden ser un condicionante, a los que debemos sumar la falta de sueño o una alimentación inadecuada, con alto contenido en grasa, sin olvidar el consumo de tabaco o alcohol. Estos malos hábitos pueden ser el desencadenante de la retención de líquidos o la acumulación de grasa localizada que origine las bolsas u ojeras en nuestro rostro.
Las bolsas hídricas, causadas por la acumulación de agua y de residuos metabólicos en los tejidos debido a una mala circulación linfática. Este fenómeno se produce en especial durante la noche, a causa de la posición horizontal, que propicia la formación de un edema, y a la inmovilidad de los párpados. Normalmente al despertar, el contorno del ojo se encuentre hinchado.
Las bolsas lipídicas por acumulación de grasa, que vienen determinadas generalmente por la edad y la herencia. Con los años, la piel se distiende y se van depositando en el párpado inferior acumulaciones de grasa hasta formarlas.
¿Cómo combatirlas?
Bebe mucha agua durante el día, no más tarde de las 8-9 de la noche, ya que, a partir de esa hora, tiendes a retener.
No tomar mucha sal en las comidas, sobre todo en la cena. La sal contribuye de forma importante a la retención de líquidos.
Dormir con almohada alta.
Nada más levantarse, lavar la cara con agua muy fría. De este modo, conseguimos reactivar la circulación.
Las ojeras
Las ojeras son un cambio en el color de la piel, justo debajo de los ojos. Por lo general, se presenta un oscurecimiento en la zona, lo que da un aspecto estético de cansancio. Pero no siempre se presentan como manchas oscuras, dependiendo del color de la piel pueden ser más verdosa o azules.
Se pueden originar por la hiperpigmentación de la piel o por la acumulación de sangre con presencia de pequeños hematomas que se hacen visibles a través de la piel por la finura y transparencia de esta zona. Entre sus causas están hereditarias, mala circulación micro cutánea, cansancio, estrés o tabaquismo, entre otras. Estos diferentes factores provocan modificaciones en el tono de los canales linfáticos, los cuales se contraen de manera diferente en función de su sensibilidad.
¿Cómo combatirlas?
Si son hereditarias son más complicadas, ero se pueden reducir tomando una dieta rica en alimentos que contengan vitamina K, ya que activa la circulación sanguínea (espinacas, brócoli, aceite de oliva, espárragos, repollo, ciruelas, pasas). El aceite de almendras ayuda a mejorar la circulación y a recuperar el tono de la piel, y los masajes de drenaje linfático son muy efectivos, así como aplicar bolsitas de manzanilla.
Siguiendo estos pasos podrás combatir de forma eficaz las bolsas y las ojeras.
