La piel se debe de proteger de los rayos ultravioleta (UV) durante todo el año. La mayoría del daño o quemadura por exposición solar está dada por los rayos UVB y en invierno estos rayos ejercen con menos intensidad enfriando el aire en otoño e invierno. Pero, aunque no estemos expuestos directamente al sol, este nos llega por las superficies reflectantes como la nieve o las ventanas y vidrios de la ciudad.
Por esa razón tener una protección solar para uso diario en invierno es recomendado siempre en la consulta.
¿Con qué tratamientos de cabina lograremos reforzar la barrera cutánea?
Uno de los tratamientos que más se realiza para reforzar la barrera cutánea y aumentar las defensas de la piel a los radicales libres es el Peeling con ácido ferúlico, vitamina C y floretina (un antioxidante natural derivado de hojas de árbol de manzana y albaricoques).
Este peeling ayuda a reparar el ADN del daño solar, aumenta las defensas de la piel al disminuir los radicales libres que dañan el tejido y aporta luminosidad. Además, es apto para todos los fototipos, no irrita ni hay exfoliación de la piel, hidrata las capas superficiales y unifica el tono de piel. Se puede realizar cada 15 días sin tiempo de recuperación y con resultados desde primera sesión.
¿Y cómo elegimos el producto cosmético adecuado?
El producto ideal es depende de la piel del paciente y de la reacción o tolerancia que tenga al sol. Siempre tiene que ser un procedimiento o consulta individualizado donde se tomen en cuenta factores cómo la actividad física del paciente, alergias o irritación ocular, embarazo, uso de tratamiento oral con antidepresivos, antibióticos, isotretinoina que producen fotosensibilidad.
Las pieles sensibles o reactivas deberían escoger protector solar con agentes de barrera física sin agentes o compuestos químicos como la Oxibenzona que pueden irritar o exacerbar intolerancias.
La piel acneica productos libres de grasa no comedogénicos que sean de fácil absorción en gel o textura ligera y de aplicación fácil como aerosoles que mitifiquen y reduzcan la producción de sebo.
Las pieles deshidratadas se benefician de protectores solares con texturas más untuosas y que contengan glicerina, ácido hialurónico y agentes hidratantes.
La valoración personalizada y la elección del producto es la clave para escoger el protector solar ideal este invierno.