En este artículo vamos a tratar...
El agua juega un papel muy importante en todo nuestro organismo.
Hoy os quiero hablar de la importancia del agua en nuestro cuerpo y en concreto en nuestra piel ¡mucho más importante de lo que creemos!
Es el componente mayoritario de las células del cuerpo (excepto en el caso de la células grasas) y también protege y es lubrificante para el cerebro y las articulaciones.
El agua transporta los nutrientes a las células y se encarga de retirar de las mismas los residuos o sustancias de deshechos.
También ayuda a regular la temperatura corporal mediante la redistribución del calor desde tejidos activos hasta la piel y mediante el enfriamiento del cuerpo a través del sudor.
La mayor parte del agua del cuerpo se encuentra en el interior de las células (aproximadamente dos terceras partes), y el resto circula por el espacio extracelular o espacio entre las células (espacio intersticial) y el plasma sanguíneo.
El agua y la piel
La elasticidad, la firmeza y el aspecto liso y suave de la piel, son características visibles sobre todo de pieles jóvenes, o pieles más avanzadas pero bien cuidadas.
Dependen en particular del contenido en agua de la capa más externa de la epidermis.
Como bien sabemos, el cuerpo humano está compuesto de un 70% de agua aproximadamente; mientras que el contenido de agua en la atmósfera es menor. En consecuencia, el agua que circula permanentemente desde las capas profundas de la epidermis hacia la superficie exterior acaba evaporándose; es la llamada “perspiración insensible” un fenómeno natural y continuo.
Bajo los efectos de numerosos factores, el grado de hidratación cutánea disminuye.
Factores externos
- Medio Ambiente: en verano el calor intenso, que acelera fuertemente la sequedad en la piel.
- Agresiones químicas: productos cosméticos alcalinos, alcohol, etc que modifican la permeabilidad del estrato córneo y esto hacer que se retenga el agua con mucha más dificultad.
Factores internos
- Higiene vital: estrés, edad, alimentación desequilibrada, medicamentos.
- Disfunciones del organismo: Desarreglos hormonales, secreciones sebáceas… etc
Por lo tanto vemos que todos los tipos de piel pueden presentar ocasionalmente o de forma continuada muestras de deshidratación; y esto hay que pararlo, ya que la deshidratación es uno de los primeros factores del envejecimiento cutáneo.
Características de una una piel deshidratada
- Un aspecto apagado
- Sensación de tirantez
- Aparición de arruguitas de deshidratación
- Pérdida de elasticidad y vitalidad.
De ahí la importancia de beber agua siempre, durante todo el año de forma continuada, pero especialmente en primavera-verano que es cuando más expuestos estamos a agresiones solares y nuestra piel nota más los signos de sequedad.
Deberíamos beber un mínimo de 2 litros de agua diarios. Además no debemos confundir, que lo hacemos muy a menudo en verano, que como bebemos otros líquidos, los sustituimos por agua. Esto es un error muy grave; sobre todo las bebidas gaseosas y bebidas con alcohol debemos evitarlas al máximo, ya que son un enemigo de nuestra piel.
Beneficios del agua en la piel
- Hidrata la piel. Norma de básica y esencial de belleza en la piel: “mantenerla la piel bien hidratada; esencial para que se vea tersa, sana, etc
-Ayuda a mantenerla joven. - Retrasa la aparición de arrugas (las primeras arrugas que siempre aparecen son las de la sequedad…)
- Piel mucho más luminosa.
- Cuida el rostro y el cutis.
La hidratación debe empezar desde dentro hacia fuera; por eso me gusta recomendar de forma insistente beber unos 2 litros de agua cada día. Si es otoño-invierno, suele costarnos más, porque no es como en verano que el calor nos pide agua, por lo tanto estamos ante un periodo en el que debemos “obligarnos” a beber agua a diario.
Si de verdad bebemos unos 2 litros de agua diarios, además de tener una piel mucho más sana y con más luz, de paso estamos haciendo una depuración del cuerpo de forma continua, esto es buénisimo; nos ayuda a controlar el peso, a tener mejor salud, etc
Espero que os hayan gustado estos consejos. Si tienes alguna duda, puedes llamarnos al 91 457 25 31.
