Retomamos los vuelos transoceánicos y así debemos cuidar la piel en los aviones

Jet Lag

Los efectos del jet Lag suelen durar entre 3 y 7 días, dependiendo siempre del destino de llegada y origen. Paz Torralba, directora de los centros de belleza The Beauty Concept, ha preparado unas pautas para cuidar la piel antes y después de un vuelo con el fin de minimizar sus efectos.

 ¿Qué hacemos antes del vuelo?

“Si podemos, intentar adaptarnos unos días antes de viajar a nuestro destino final y adaptarnos a sus horarios. Si reservamos el viaje con tiempo, elegir bien los horarios del vuelo al destino elegido para aminorar las horas de diferencia que tengamos. Si viajamos de noche y dónde llegamos es de día, intentar dormir en el avión, para que cuando lleguemos nos incorporemos al día a día del destino elegido. Si no podemos dormir de forma natural, podemos ayudarnos de infusiones relajantes, valeriana, melatonina, etc. Si, por el contrario, aterrizamos de noche en el lugar al que viajamos, será mejor no dormir en el avión y retomar el sueño en destino”, explica Paz Torralba.

“Es importante que subamos al avión sin estrés y relajados para no alterarnos en el vuelo y llegar descansados. Ya en el vuelo es fundamental que nos movamos por el avión cada una o dos horas durante unos quince minutos para así evitar posibles problemas cardiovasculares que puedan surgir”.

¿Nos deshidratamos en un avión?

Viajar en avión añade un extra de estrés a nuestra piel, y esto se debe a varios motivos. Debemos hidratarnos por dentro y por fuera, así que habrá que empezar bebiendo agua de forma continuada. Además, la sequedad de la cabina es elevada para garantizar su presurización, para lo que es necesario el bombeo constante de aire del exterior que tiene una humedad muy inferior a la que estamos acostumbrado. Esto provoca que las mucosas se resecan y la piel puede volverse tirante. Si la piel es seca, se resecará aún más y, si es grasa, producirá más sebo de lo normal. Hidratar de forma continuada la piel y los labios, es ideal; para ello debemos ir preparados de muestras de cremas o ajustarnos a las medidas que dejan subir en cabina de líquidos.

Debemos tener una atención especial para las ojeras y bolsas, de ahí la reiterada recomendación de ayudarnos bebiendo agua y aplicando productos en el contorno de los ojos con un ligero masaje de drenaje linfático. No olvidemos el colirio porque los ojos también sufren esa deshidratación. También debemos estar alerta con la retención de líquidos por inmovilidad y por los cambios de presión, e incidimos de nuevo mucha agua nos ayudará en la eliminación de toxinas y evita en gran medida la hinchazón de las piernas.

Además, evitar el alcohol, viaja con ropa cómoda y elige comidas proteicas (carne, pescado, huevos, soja) proporcionan más energía, mientras que las ricas en carbohidratos (pan, pasta, arroz) potencian la somnolencia. Crucial que evitemos la cafeína porque luego produce un descenso brusco de la misma.

 ¿Y qué hago al llegar a mi destino?

 Una vez que llegamos al destino e, incluso cuando ha finalizado el viaje y ya adaptados de nuevo a la vida normal, es importante realizar ejercicio a diario y acudir a un centro médico estético y realizar algún tratamiento post jet lag. Algunas propuestas muy beneficiosas son:

  • Drenajes linfáticos y presoterapia para bajar la retención de líquidos y el incómodo y, a veces, dolorosa hinchazón.
  • Masajes manuales para moldear el cuerpo.
  • Tratamientos détox para eliminar toxinas; envolturas de algas o mascarillas détox.
  • Tratamientos de Indiba o LPG.
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Pablo Guialén
Pablo Guialén

Colaborador de marketing de The Beauty Concept, es todo un confeso apasionado de la moda y la belleza. Puedes contactar con el a través de su web marketingenvena.es