Las manchas de la piel podemos definirlas como una alteración en su coloración que responde a diversas causas, resulta un problema muy frecuente y que afecta a muchas personas.
En este artículo vamos a tratar...
¿Qué es la melanina?
La melanina es un pigmento natural que da color a la piel para protegerla de la radiación solar. Este color, más o menos oscuro, es el resultado de un proceso morfológico y bioquímico complejo. Se compone de dos elementos:
- Pigmentación constitutiva, que es la coloración natural de la piel sin la influencia de estímulos exteriores; es decir, las partes del cuerpo que normalmente no están expuestas al sol.
- Pigmentación facultativa, que es la coloración de la piel producida por estímulos exteriores como el sol, alimentación, medicamentos, las hormonas, edad…
Al estimular las células de la capa basal, los melanocitos producen mayores cantidades de melanina. Ésta es transportada, a continuación, hacia los queratinocitos donde se hace visible la basal de la epidermis por los melanocitos, gracias a un proceso enzimático en el cual la tirosina tiene una función preponderante. El número de melanocitos varía según las zonas cutáneas del individuo.
El color de la piel viene principalmente determinado por la cantidad de melanina.
La formación de las manchas podemos denominarla como la manifestación evidente de un desarreglo del sistema de pigmentación de la piel que se acentúa con la edad.
Normalmente la melanina se reparte uniformemente, pero la acumulación en una zona determinada produce manchas cutáneas oscuras, que suelen aparecer en zonas expuestas al sol: rostro, manos y escote.
Tipos de melanina y tipos de piel
Existen dos tipos principales:
- La feomelanina, amarilla-anaranjada, responsable de los colores amarillos y rojos.
- La eumelanina, negra-marrón, responsable de los colores oscuros, altamente protectores. Son el resultado de reacciones enzimáticas sucesivas cuya primera etapa es la tirosina. La tirosina es la enzima clave para la síntesis de la melanina.
La diferencia de depigmentación está relacionada con los melanosomas.
- En una piel mate, el tamaño de los melanosomas es mucho mayor que el de los melanosomas presentes en una piel clara. Además, la melanina permanece en la capa corneal de la piel mate hasta que acaba desapareciendo finalmente por descamación natural.
- En una piel clara, en cambio, el pigmento se degrada en la capa granulosa probablemente por un procedimiento enzimático.
- Una piel de tipo oriental contiene una cantidad relativamente pequeña de melanina y más importante de betacaroteno y de lipofucsina, causantes de la predominancia amarilla.
- Los melanocitos de la piel se sitúan en la unión entre la dermis y la epidermis. Producen y transfieren activamente la melanina hacia los queratinocitos cercanos en respuesta a dos tipos de estímulos: los externos (rayos UV) y los internos (hormonales y genéticos).
El resultado visible de estos estímulos es el bronceado.
La intensidad del bronceado varía según la raza, la estación y el sexo. Además, cada individuo presenta variaciones del color de la piel en todo su cuerpo.
En el caso de una hiperpigmentación, la densidad de la melanina en los melanocitos presentes en la zona afectada de la piel se ve considerablemente aumentada.
Además del fenómeno de la pigmentación de la piel, hay un gran interés por entender la química de la melanogénesis para aclarar las manchas de senescencia y las manchas hiperpigmentadas de melasma.
¿Qué tipo de manchas existen?
- Pecas: se forman por el acumulo de melanina en forma redondeada sobre la piel. Se presentan más frecuentemente en las pieles blancas que en las pieles morenas y sobre todo en aquellas con gran exposición al sol. No presentan ningún inconveniente respecto a la salud.
- Lunares: se conocen como nevus, son formaciones benignas constituidas por un acumulo de melanina o de pequeños vasos sanguíneos , pueden ser colores negro o marrón según el caso Tienen un carácter congénito. Con la edad pueden desaparecer o hacerse mayores. Son de importancia estética, un adulto tiene en promedio entre 15 y 20 en todo el cuerpo.
- Manchas de sol: aparecen en pieles sobre-expuestas al sol y con mayor frecuencia, en personas mayores. Se forman por la estimulación de los rayos de sol sobre los melanocitos (células productoras del pigmento melanina) haciendo que éstas liberen y concentren en el lugar melanina. Tienen un aspecto más irregular y grande que las pecas.
- Manchas del embarazo: Son de color claro y aparecen durante el embarazo por acción directa de las hormonas sobre la piel. Estas manchas de la piel también se presentan cuando se ingieren anticonceptivos y se expone al sol y también durante la época de la menopausia, las veremos con mayor frecuencia en zonas como frente y mejillas.
- Cloasma: son manchas de tonalidad marrón debidas a una hiperpigmentación de la piel provocada por cambios hormonales. Generalmente, aparecen durante el embarazo o cuando se están tomando anticonceptivos orales (cuya composición a base de estrógenos favorece la pigmentación de la piel). Cuando la piel no está expuesta al sol, le ocurre como a las pecas: su vivacidad y tono se mitiga, con lo que resulta más discreta.
- Lentigo o manchas seniles: como su nombre indica, aparecen con la edad y en la piel de aquellas personas que a lo largo de toda su vida han abusado de las exposiciones solares. Son, por tanto, manchas fruto de la acumulación de sol y la falta de cuidados y protección que se distinguen por su superficie lisa, de bordes delimitados y sin rugosidades.
- Vitíligo: más que tratarse de una hiperpigmentación, como las otras, es una despigmentación de una parte de la piel provocada por una pérdida de melancitos (de la melanina) que, generalmente, va asociada a nervios y estrés. Físicamente se distinguen por ser manchas blancas de límites bien marcados que, en muchos casos, acentúan su presencia en verano.
- Manchas de nacimiento: son de color rojizo o marrón y de formas variadas. Pueden presentar o no con pelos.
- Manchas por quemaduras: Se producen cuando la piel se ha expuesto a temperaturas mayores a 60°C.
- Manchas azules en la piel: suelen aparecer como consecuencia de un golpe, pero a veces, aparecen sin una causa aparente y de una manera habitual las cuales pueden tener diversos motivos desde una medicación a base de productos anticoagulantes, problemas de coagulación en la sangre, infecciones de la sangre, del hígado, algún tipo de deficiencia nutricional en el que falte vitaminas o ácido fólico, o algún tipo de cáncer. De padecer de estas manchas, las cuales no responde a golpes, lo más aconsejable es visitar a un médico.
- Manchas por envejecimiento: a partir de los 40-45 años, y debido al desequilibrio hormonal que influye sobre el metabolismo de la melanina, la piel pierde el color joven, produciéndose cambios en el tono y aparecen las manchas.
¿Por qué se desarrollan las manchas?
Es evidente que, para erradicar la aparición y proliferación de manchas en la piel, debes conocer primero lo que las causa, ya que ésta es la única manera de que el tratamiento sea efectivo y de que notes sus resultados. Aunque hay causas contra las que simplemente no puedes hacer nada, otras las puedes eliminar de forma muy fácil.
- La edad: evidentemente no es algo contra lo que se pueda «luchar», pero sí es cierto que a partir de los treinta años debemos cuidarnos un poquito más ya que a partir de esta edad la piel pierde su elasticidad natural y necesita de algo más de ayuda. Por eso es importantísimo, tanto una buena limpieza de la piel, con los productos adecuados, como tratarla con cremas adecuadas a cada problema que tengamos. Debemos ser constantes.
- Los antecedentes familiares: el factor hereditario también es de importancia ya que, en muchos casos, el color/tono de la piel de cada una es heredado de su padre o madre. Hay que tener en cuenta sobre este punto que la piel blanca es más delgada y tiene menos colágeno, por lo que también es más susceptible a las alteraciones cutáneas, que debemos frenar a tiempo.
- El sol: deberíamos controlar las exposiciones solares ya que sin la debida protección el sol puede ejercer una influencia muy dañina sobre tu piel. Totalmente prohibido, tomar el sol sin protección solar.
4.- El tabaco: fumar es perjudicial no sólo para tu salud, sino que también a nivel estético se deja sentir: manchas en la piel, en los dientes, en el cutis…
5.- Fármacos: la ingestión –y, evidentemente el abuso- de algunos fármacos (por ejemplo, los anticonceptivos orales o los que contienen ciclofosfamida) puede provocar en algunos organismos la aparición como reacción de despigmentaciones de la piel.
6.- Productos de autobronceado: atención especial a estos productos; aunque son muchos y variados en cuanto a su calidad y eficacia, lo cierto es que algunos productos provocan reacciones en pieles sensibles cuando éstas se exponen a la luz. Si además no los extendemos correctamente, su aplicación irregular hace que nuestra piel se broncee «a trozos» y, la verdad, eso no es demasiado estético.
Prevención: algo necesario todo el año
No debemos olvidar prevenir del sol durante todo el año; un día nublado podemos tener radiación ultravioleta en nuestra piel. La mejor prevención es usar cremas con protector solar incluido en la crema, evitaremos muchas mandas que pudieran aparecer. Tomar el sol no es malo, todo lo contrario, es esencial para la vida, pero deber tomarse con precaución. Si, además, tenemos una piel demasiado blanca, deberíamos tratar y preparar la piel antes de cualquier exposición.
Aunque debemos recordar que la protección solar deber estar adecuada a cada tipo de piel, al lugar donde estemos y la actividad que desarrollemos en cada momento. No es lo mismo vivir en la ciudad que en un sitio de playa, o hacer deporte en un sitio expuesto al sol, que en un sitio cerrado. También hay que tener en cuenta, si es invierno o verano…. De ahí la importancia de adaptar tu protección solar al momento y lugar…
Factor de protección adecuado y fototipo de la piel
El factor de protección adecuado depende del fototipo de la piel, y éste varía según el grado de pigmentación y la capacidad de la piel para hacer frente a las radiaciones solares. Si no se toman las medidas y precauciones es posible que aparezcan las temidas manchas. Si esto pasa, el primer paso es saber a qué obedecen y porqué se han producido; la ayuda de un buen diagnóstico profesional es la garantía del éxito.
La exfoliación es un proceso necesario para la salud y la belleza de la piel. Al eliminar las células muertas de la epidermis y demás impurezas, la piel recupera su tono luminoso de manera natural. Además, después de las exposiciones solares, la piel está desvitalizada y debemos recuperarla.
La piel, como bien sabemos, no es una capa superficial inerte, es una frontera activa perfectamente capaz de utilizar lo que entra en contacto con ella para reequilibrar su metabolismo; por lo tanto, realizar un peeling después de largas exposiciones al sol, es la mejor forma de preparar la piel.
Ya sabemos, que la piel se regenera por sí misma una vez al mes, aproximadamente; pero a partir de los 35-40 años puede llegar a tardar hasta 40 días en hacer el ciclo completo; con el peeling activamos y favorecemos la regeneración natural de la misma.
Después de varios días utilizando las cremas adecuadas a cada piel, y habiendo eliminado la “capa de células muertas” estimularemos las funciones vitales de la epidermis. La piel tendrá una mejor tonicidad y parecerá más joven; en definitiva, tendremos una piel más sana.