En este artículo vamos a tratar...
Hazte un diagnóstico personalizado
“Podemos establecer 10 puntos cruciales para cuidar la piel en verano, pero el primero de todos es sin dida alguna que nos sometamos a un diagnóstico personalizado para que podamos tener claro en qué condiciones se encuentra nuestra piel antes de la exposición solar, si necesita un plus de hidratación, si necesita una exfoliación en profundidad o debemos estar alertas porque a la vuelta podemos detectar cómo estará de maltrecha si nos saltamos determinados pasos”.
La doble limpieza
“La doble limpieza con más énfasis que nunca porque, aunque es una rutina que debemos mantener todo el año, en verano adquiere más valor porque nos aseguramos de tenerla preparada para que los principios activos de los productos que utilicemos trabajen bien sobre ella y que la protección solar realmente funcione porque la piel está receptiva. Soy muy partidaria de limpiarla con leches que, además, la traten e hidraten. Jamás con jabones o aguas micelares. La piel debe estar muy oxigenada. No debemos olvidar este paso por la acumulación de ocio en verano. Soy muy radical en ese punto”.
Tonificación
“Tonificar es un paso de suma importancia porque remata la fase de limpieza y también refresca la piel ante las altas temperaturas a la vez que la calma y regula. El tónico está infravalorado, pero su labor es muy efectiva cuando damos con el adecuado y aquí vuelvo a la importancia del diagnóstico personalizado siempre”.
Exfoliar
“¿Exfoliamos en verano? Sí, una vez por semana, con productos que no agredan y que sean compatible con el sol. Lo realizaremos antes de la exposición solar y con masajes circulares.
Usar un sérum
Mantener la rutina del sérum porque reforzará la barrera cutánea y mejorará la salud de nuestra piel. Apostemos por sérum que no sean muy densos porque así no encontraremos excusas a la aplicación del protector solar y, sobre todo, de noche es importante para revitalizar y recuperar los daños del día con el salitre, el color o el sol”.
Aplicar una crema hidratante con SPF 30 o superior
¿Qué crema elijo? Reconozcamos que en verano las texturas pesadas se nos hacen más cuesta arriba, pero debemos dar con la crema adecuada que nos hidrate en profundidad y nos refresque además de darnos esa sensación de brisa en la piel. A veces existen fórmulas que resultan muy agradables porque son muy ligeras, pero debemos asegurarnos de que contengan ácido hialurónico, colágeno o ingredientes muy hidratantes porque en ocasiones estamos aplicando sencillamente agua en la piel y no productos que van a cuidarla tras un día de playa”.
Comer una dieta saludable
“No olvidemos el apoyo de la nutricosmética para reforzar la barrera cutánea de la piel con antioxidantes. Su objetivo es añadir un plus importante para regenerar la piel y reparar el daño de quemaduras solares desde dentro hacia fuera. Soy una gran defensora de mantener la ingesta de magnesio, que nos ayudará a descansar, a la vez que el jengibre que refuerza el sistema inmunológico”.
Beber mucha agua
“Aplicar frío en la piel. Con ello lo que quiero decir es que si damos con la fórmula cosmética adecuada a nuestra piel y a nuestro lugar de vacaciones, mantengamos los productos en la nevera. Será mucho más placentera su aplicación y sus principios activos se mantienen más seguros. Se trata de restar excusas para saltarnos pasos en el cuidado de la piel”.
Usa ropa que te proteja del sol
“Para la piel del cuerpo es también importante que nos decantemos por lociones que la traten, aporten luminosidad porque, a fin de cuentas, mostraremos más y queremos que la piel se vea bonita y fresca. Un guiño a los aceites corporales que fortalecen la hidratación y tratan muy bien la piel. En este caso, la exfoliación semanal también es importante incidiendo en la zona de codos y rodillas, así como hombros, pero con exfoliantes suaves y que no contengan ácidos”.
Regalarnos un atutomasaje
“Tenemos tiempo para drenar, tonificar y pulir la piel con, por ejemplo, un guante especial que nos ayudará a que los protectores y, posteriormente, la hidratante penetre de forma más eficaz. Regalémonos tiempo para un automasaje con movimientos circulares y ligeras presiones. Nos estaremos el gran favor de hacer un linfático, drenar y eliminar líquidos”.
Evita exponerte al sol durante las horas del día cuando los rayos UV son más fuertes
“Y la protección solar, que no por ser el último punto deja de ser el más importante. Pocos son los que piensan en un verano sin tener al lado una protección solar adecuada, que tenga el respaldo de unos buenos laboratorios y que hayan invertido en I+D porque el sol cambia y su agresión también. Por ello, busquemos fórmulas que no bajen de un índice de protección del nivel 30 y repitamos su aplicación cada dos horas y siempre una hora antes de salir a la playa para que pueda hacer efecto. Es tan importante como descansar y alimentarse bien si queremos que el verano nos devuelva la salud que el estrés de otras estaciones nos ha instalado en nuestra rutina”.
