Toxina Botulínica para controlar la hiperhidrosis (sudor en axilas, manos y pies). Se aplica para reducir y eliminar durante un tiempo el exceso de sudoración en estas zonas localizadas del cuerpo.

Es una técnica sencilla y no dolorosa, previamente se suele aplicar anestesia local y se va administrando de manera subcutánea la toxina botulínica. Con ella, conseguimos que se bloquee la conducción nerviosa, reduciendo temporalmente la actividad de músculos y glándulas sudoríparas.
Se observa una disminución de la cantidad de sudor en la zona tratada de forma progresiva en 1-2 semanas.
La duración del efecto oscila según el paciente y la patología, de manera general, entre 8-10 meses. Se puede repetir siempre que sea necesario.